lunes, 4 de octubre de 2010


Ay! Jesús

¿En qué pensaran los locos?
¿Cuál es el misterio de tu muerte, Jesús?
¿Habrá sido la tuya una cruz?
Es que me diste tal socotroco,
Que triste pensé: Se me ha ido su luz

¿Qué callejón de infierno me diste?
¿Cuál fue mi pecaminoso atajo?
Me empujaste tan hondo y estoy abajo
Que de aqui será difícil que te aviste
Y tengo miedo a que me pierdas paso.



¿Acaso me detuve en tus caminos?
¿No pensaste que esperaba lo mejor?
Perdí tiempo en tu esperanza y lo peor
Me sentí culpable de mis caprichos.
No lavo más culpas, ni heridas, ni dolor.

Quiéreme como soy, con todo y pecado
Estoy cansado de buscar la perfección
Si es que habitas mi corazón
Ya sabrás como yo te he amado.
Mi alma ya escupe tu razón.

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