La lluvia,
ese elixir claro, bendito
anda bebiendo las uvas,
bautizando el vino y la nube,
madurando nostalgias
sobre grises y azules.
...
La lluvia,
torrente de maldiciones,
con su resuello tímido y claro
va perforando mi órgano de cuero,
haciendo blanco en mi memoria
con su plomo líquido de recuerdos.