lunes, 4 de octubre de 2010


Al ánima visitadora

Me visita en la oscuridad
Se cuela en la grieta dúctil
De la penumbra
Entre sueño y realidad
Hálito inconsciente
Busca el camino
Que hasta mi visión la trajo.
Es un atajo desde mi mente
Hasta el suelo de mi casa.
¡Pobre ánima perturbada
desde su cielo
hasta caer tan bajo!

No escucho, no eres clara
¿Qué bendición me traes?
¿Qué maldición te empuja?
Tan dentro de mí vives
Que de tan dentro de mí sales.

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