Hubo un tiempo en que me aterraban los monstruos,
los cucos
me intimidaban tanto su terrible inmaterialidad,
sus escondites incógnitos,
su naturaleza pedófaga,
que hacía cualquier cosa para evitarlos.
Un sinnúmero de seres oscuros
habitaban mis rincones.
Pero un día,
heridos gravemente de verdad
agonizaron…
Otrora oscuros
Ora con luz
El problema no es aquello.
El problema es que despertaron del coma,
mutaron su piel,
se encarnaron en otros,
y aún tienen hambre
de mi niñez.